Me gustaría recalcar una vez más la importancia de la familia en la sociedad actual y su gran responsabilidad al hacerse cargo, de cada una de las funciones y necesidades que sus miembros requieren.
Para asegurarse del cumplimiento de éstas, las instituciones han elaborado una serie de leyes y convenciones que reconozcan y protejan los derechos de los niños. Gracias a estas leyes los niños de gran parte del mundo, disfrutan de unos derechos que aseguran una calidad de vida digna. Sin embargo, esta calidad de vida no llega a todos los lugares ni a todos los niños, ya que hoy en día, se sigue privando a los niños de su propio bienestar.
Como futuros docentes, formamos parte de la vida del niño y somos en gran medida detectores de estas situaciones anómalas. Los indicadores de detección nos orientarán sobre la existencia de posibles casos. Una vez comprobado la existencia del maltrato, actuaremos en base a los protocolos existentes, Tenemos que tener en cuenta que estas situaciones son muy difíciles de detectar, comprobar y notificar. Ya que estos a la vez de graves, son muy delicados. Pues antes de alarmar, debemos asegurarnos.
Existen algunos mitos y falsas creencias respecto al maltrato infantil, que pueden dificultar la consideración del maltrato. Para concienciarnos, no hay mejor forma que ver los casos que se dan día a día.
"Los familiares, amigos, vecinos, educadores o personas que están o entran en contacto con los niños, tienen su parte de responsabilidad cuando se muestran indiferentes antes el maltrato infantil. Hay que dar la alerta, no mirar hacia otra parte, Si no eres la solución, eres parte del problema".
Os dejo la presentación que han realizado mis compañeras en clase:
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