Como todos sabemos, en la mayoría de los hogares no se suele hacer
un uso adecuado de la televisión y en muchas ocasiones se convierte en un medio que
influye negativamente en la educación de los más pequeños.
A pesar de que en la actualidad hay un riguroso seguimiento de la programación
infantil, tanto de los programas que se emiten como del horario en que se hace, el factor
económico sigue situándose en nuestra sociedad por encima de la educación, de forma
que en ocasiones las cadenas de televisión prefieren emitir determinado programa por el
nivel de audiencia que obtiene sin tener en cuenta que dicho programa puede poner a
disposición del público infantil contenido poco educativo y fomentador de malas
conductas.
Considero que el tutor debe incorporar el uso de la programación televisiva en el
aula y orientar a los padres con unas buenas pautas para hacer partícipes a los niños de
un uso adecuado de la televisión, ya que no es una iniciativa difícil de llevar a cabo y
además ayudaría significativamente a reducir los comportamientos
perjudiciales en los niños. Existen numerosos programas educativos, de modo que
fomentemos entre todos su uso para que este medio de comunicación deje de llamarse
caja boba y pueda convertirse en una escuela paralela al alcance de todos.
Para concluir, quiero destacar la importancia de la presencia de la persona adulta
para garantizar que los niños visualicen contenidos adecuados para su edad y
puntualizar que la televisión es también una alternativa a la educación y al ocio, pero
siempre animando al niño a realizar actividades que impliquen el ejercicio físico, juego
o relacionarse con los demás para que en un futuro no tengan una vida sedentaria.
Os dejo un juego que han elaborado mis compañeras en relación con este tema, os lo recomiendo para poner a prueba vuestros conocimientos:
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